“Reciclar para abrigar” nació en el marco del proyecto institucional de Escuela Saludable que se puso en marcha en 2011 buscando realizar acciones que favorecieran el cuidado del medio ambiente a través del reciclado de distintos materiales.
En este caso, los envases reciclados fueron tetrapak con los que se realizaron paneles aislantes térmicos para ser utilizados en viviendas expuestas a muy bajas temperaturas tanto en la zona urbana como en el área rural.
La primera experiencia de instalación de estos paneles se concretó en la casa de unos abuelos del paraje rural Lonco Luan, a 25 kilómetros de la escuela.
La idea surgió con el fin de concientizar a los alumnos, sus familias y la comunidad en general sobre la importancia de reciclar para cuidar el medio ambiente, en una localidad que le asigna gran relevancia al tema.
El tetrapak se puede reutilizar ya que está compuesto por una lámina de polietileno que protege el alimento de la humedad externa, posee una cartulina que le da estabilidad y resistencia y posee una película de aluminio que crea una barrera contra el oxígeno, los aromas y la luz. La lámina de adhesión de polietileno es necesaria para el proceso de laminación y la lámina interna de polietileno impide la fuga del líquido.
Todas estas características fueron analizadas por los estudiantes a la hora de reutilizar los envases para generar paneles aislantes e instalarlos en paredes o techos en viviendas con necesidad de abrigo.
Los envases que se emplean en esta iniciativa se reciben en la escuela, se preparan -abriéndolos con tijeras e higienizándolos con rejilla y agua- y se emplean para armar planchas con pistola de calor, ejerciendo cierta presión para fijar los extremos.
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