Pero para fines ambientales, los campos de golf no han sido muy amigables que digamos. Cada campo de golf, en cada una de las fases de planificación, diseño, construcción, gestión y mantenimiento, presenta muchos aspectos que tradicionalmente han afectado al medio ambiente.
Una incorrecta elección del lugar, unas condiciones meteorológicas poco atractivas la mayor parte del año, una zona de delicada que demanda conservación integral, un acceso complicado, una región con importantes restos históricos, unos movimientos de tierra deficientes o unos perfiles mal moldeados, una desacertada elección del césped de juego o de las especies vegetales, el uso indebido de químicos y pesticidas, o un erróneo asesoramiento técnico son sólo algunos de los aspectos que pueden impactar el medio ambiente.
Es por ésto que desde hace unos años ha surgido el criterio del Golf Sostenible, que consiste en la capacidad de desarrollar de forma equilibrada desde un triple punto de vista social, económico y ecológico. Para cualquier nueva instalación de golf, el desarrollo sostenible (satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las necesidades futuras) debería ser enfocado desde tres ángulos:
- Sostenibilidad económica: es rentable a corto y largo plazo.
- Sostenibilidad ambiental: es compatible con el mantenimiento de procesos ecológicos esenciales, de la diversidad biológica y de recursos biológicos.
- Sostenibilidad cultural: incrementa el control de la gente sobre sus vidas, es compatible con la cultura y los valores de las personas afectadas y fortalece la identidad de la Comunidad.
A la hora de plantear un proyecto de campo de golf se deberían tener en cuenta varios aspectos en cuanto a su construcción inicial y posterior mantenimiento. Elementos técnicos como la valoración de los recursos hídricos disponibles y las necesidades de riego, la calidad de las aguas, la afección del campo sobre los ecosistemas de la zona (Flora y Fauna), las repercusiones sobre los distintos elementos paisajísticos, geológicos, geomorfológicos, históricos, culturales, arqueológicos, etc., presentes; y su necesaria integración, así como otros aspectos sociales y económicos igualmente importantes, deben ser valorados para tratar de asegurar el más alto nivel posible de sostenibilidad.
El punto más importante en la fase de operación del campo de golf es obtener su certificación GEO (Golf Environment Organisation), otorgada por ésta importante organización internacional que garantiza la eficiente gestión ambiental de dicho campo, y que sirve para comunicar y difundir la realización de estas actividades y la consecución de los objetivos ambientales con la intención de destacar la diferenciación de un club, campo o resort, o de una empresa de servicios, que apuestan por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
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