13 de abril de 2012

Apostamos por los Macro Rellenos

SANTO DOMINGO.- Ante la complicada situación medioambiental que representa para República Dominicana albergar en su pequeño territorio a 354 vertederos, el Ministerio de Medio Ambiente se propone a largo plazo reducir al mínimo esta cantidad, con la construcción de por lo menos 10 macro rellenos sanitarios, uno en cada región del país.

Los macro rellenos serían equilibrados con la construcción de estaciones de transferencias municipales, que permitirían el depósito temporal de la basura hasta llevarla a su destino final. De esta manera se reduciría la cantidad de viajes al depósito que harían las municipalidades.

Un macrovertedero se concibe como un espacio técnicamente diseñado y operado, donde la basura es tratada, las aguas (lixiviados) son desviadas y manejadas en una planta de tratamiento y los gases, recogidos y procesados para que no vayan al ambiente. 

Francisco Flores Chan, director de Protección Ambiental de la institución, expresó que ya han comprobado que técnicamente estos macrovertederos son factibles, porque la mayoría de las demarcaciones del país están a menos de 50 kilómetros de distancia, lo que facilita el traslado de la basura y la reducción de costos. 

En esta ruta estratégica, la región que más adelanto presenta es la Este, que ya cuenta con los diseños de cuatro rellenos sanitarios, como consecuencia de un proyecto auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

El "Estudio de Factibilidad para el Diseño de una Solución para la Disposición de Desechos sólidos en la Región Este", preparado por el consorcio domínico-español Getinsa-IG-ICMA y entregado a Medio Ambiente en octubre de 2010, propone la construcción de cuatro macrovertederos: San Pedro de Macorís (con cuatro estaciones de transferencia), La Altagracia (con tres plantas de transferencia), Monte Plata (con tres plantas de transferencia), y Sabana de la Mar, que tendría una. 

Dos de los rellenos contarían con planta de reciclaje incluida, y conllevarían, con toda la infraestructura de mantenimiento, una inversión que oscila entre US$120 y US$150 millones, un monto alto para la realidad económica de los ayuntamientos del país. El ingeniero sanitario Roberto Castillo Tió, que lideró la parte local del estudio, entiende que se debería comenzar por los rellenos de San Pedro de Macorís, y La Altagracia, porque resolverían la disposición final de los desechos sólidos en las zonas turísticas más importantes del país.


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