14 de abril de 2010

Nueva alternativa ambiental para el fin de la vida


Cuando perdemos un ser querido nos encontramos en la disyuntiva de elegir entre dos opciones para disponer del cuerpo, la cremación o el entierro. Ahora tenemos una tercera opción que propone ser más amigable con el medio ambiente, se llama Disolución.

La técnica, conocida en inglés como Resomation, imita el proceso de hidrólisis alcalina que ocurre naturalmente cuando un cuerpo se descompone. Sólo que este caso, la descomposición que normalmente ocurre en un lapso de hasta 20 años, se produce silenciosamente en cuestión de dos o tres horas.

"Nosotros sumergimos el cuerpo en una solución de agua con hidróxido de potasio y lo sometemos a un temperatura de 180ºC", le explicó a BBC Mundo Sandy Sullivan, una de las personas detrás de esta iniciativa.

Como resultado se obtiene una pila de cenizas, similares a las que produce la cremación.

Las ventajas ecológicas, según Sullivan, son múltiples.

"En principio, tiene el beneficio de que no requiere espacio. Y en comparación con los métodos de cremación tradicional, tiene una huella de carbono mucho menor ya que utiliza ocho veces menos energía", explicó Sullivan.

"Además no produce emisiones de dioxinas ni de mercurio dado que, al final del proceso, las amalgamas de la dentadura pueden recuperarse".

Otra ventaja adicional, señala Sullivan, es que el método de descomposición acelerado permite reciclar cualquier implante médico que contenga el organismo.

"Después del proceso, los implantes como las articulaciones de cadera o rodilla, por ejemplo, quedan en condiciones impecables. Pueden volverse a utilizar y beneficiar a muchas personas que no pueden acceder a estos tratamiento médicos por falta de dinero", explicó Sullivan.

En cuanto a su costo, el inventor escocés señala que es muy similar al de la cremación, a la que también se parece en cuanto a la forma de la ceremonia.

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