Se trata ni más ni menos que de un colorido edificio
construido con viejas botellas de plástico e impulsado por energía solar.
Diseñado con el apoyo de Stephen Lamb de la firma de diseño sudafricana Touching the
Earth Lightly, el
Pabellón de la Revolución Solar posee 200 metros cuadrados y una estructura de
seis metros de alto, construida a partir de 1.600 cajas plásticas de verdura
que contienen botellas de plástico recicladas.
Las cajas con
el tiempo pasan a convertirse en ladrillos ecológicos para las paredes de
biblioteca. El activista ecológico, David de Rothschild, quien viajó a través
de Océano Pacífico en un barco hecho de botellas plásticas en 2010, también se
sumó a la inauguración de esta novedosa construcción, ubicada en el Luneta
Park de Manila, comentó que, “este
es un ejemplo vivo de cómo se puede llevar comida, refugio, agua y energía
utilizando recursos existentes,que las personas a menudo desprecian y
que pueden convertirse en algo que es útil, que puede mejorar la calidad de
vida”.
El empresario filipino, Ilac Díaz, quien apoyó la inauguración
del Pabellón de la Revolución Solar y cuyo proyecto “Litro de Luz” ha transformado
botellas de plástico en una suerte de ampolletas o “bombillas de luz” que iluminan
120 mil casas de parte de los 20 millones de filipinos que aún viven sin
electricidad, señaló que esta nueva
construcción también acogerá el lanzamiento de una nueva luz nocturna,
creada con tecnología LED y pilas que se agregará a las botellas recicladas y que
se distribuirá en 150 puntos de todo el país”. Quienes visiten el edificio también podrán aprender sobre
otras tecnologías verdes, como el cultivo hidropónico, que implica plantas
crecientes sin el suelo.
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