El Waterpebble: ahorra agua y energía

Waterpebble es el nombre de un aparato ecológico que ofrece la posibilidad de controlar el tiempo y la cantidad de agua que se utiliza en la ducha. Gracias a este invento ecológico es posible lograr el ahorro energético y de agua.

Waterpebble otorga al usuario la posibilidad de ahorrar bastante agua, además de gas y de ahorro de energía eléctrica. El funcionamiento de Waterpebble es muy simple. La primera vez que se lo utiliza en la ducha el aparato controla el agua que se gasta y también mide el tiempo insumido. Estas mediciones son recordadas automáticamente.

Posteriormente, y una vez guardada la estadística en su memoria, Waterpebble va reduciendo el límite de tiempo en dos terceras partes. Es una forma de ayudar a los consumidores, sin que siquiera se den cuenta de ello, a que puedan ir acortando el tiempo y el agua que utilizan en el momento de la ducha.

Este aparato, completamente ecológico y reciclable, le indica al usuario si está gastando mayor cantidad de agua en las duchas posteriores de lo que había gastado en la primera ducha, cuando se realizó la primera medición. Si parpadea una luz roja significa que el usuario se ha excedido y debe reducir el consumo, si se la luz permanece en verde significa que el usuario se mantiene dentro de las mediciones correctas en comparación con la primera medición y si la luz parpadea en amarillo significa que el usuario está a punto de cruzar el umbral y de excederse en la cantidad de agua a utilizar.

Este innovador aparato llamado Waterpebble no requiere ningún tipo de instalación. Es suficiente con colocarlo en un sitio en el que fluya el agua, a la hora de la ducha o del baño de inmersión. En España se lo conoce también como piedra de agua. El aparato para controlar el agua que fluye en el momento de la ducha ha sido diseñado por Paul Priestman, que trabajó conujuntamente con la colaboración de DryPlanet. Algo interesante qué debemos saber es que una vez que el aparato cumple su ciclo de vida útil, es posible reintegrárselo a Priestman, ya que el diseñador ha pensado en su posterior reciclaje para que pueda volver a ser utilizado.