Se trata de sucursales especiales, cuyo funcionamiento eléctrico es alimentando en su totalidad por energía solar. Al día de hoy existen 15 oficinas que operan con este sistema fotovoltaico y la organización proyecta duplicar su número en pocos años. Además, en las dependencias generales y en un total de 88 oficinas del Banco Popular operan sistemas que permiten tener un uso más eficiente de los recursos, como sensores de movimiento para controlar la luz y reguladores del aire acondicionado o del agua en los baños. En este año 2014 un total de 57 nuevas sucursales cambiarán sus sistemas de luces vigentes al de luces LED, de manera que ahorrarán el 53% en el consumo de energía.
Para medir los avances en los niveles de eficiencia energética, el Popular utiliza un sistema de automatización, que permite calcular la cantidad de árboles que se han dejado de talar, el dióxido de carbono que se ha dejado de emitir a la atmósfera y la calidad del aire interno en las oficinas automatizadas hasta el momento.
Gracias a estos procesos, la organización financiera obtiene un balance claro de cuál es el impacto de su huella ambiental y cómo contribuye con sus acciones a un ecosistema sostenible.
Desde el inicio de sus operaciones, hace ahora 50 años, el Popular ha tenido muy presente las iniciativas de protección al medioambiente como un factor clave para el desarrollo de la República Dominicana. Tradicionalmente, el banco ha incentivado dentro de sus programas de Responsabilidad Social Empresarial acciones que ayuden a reducir su huella ambiental en el entorno en el que opera.